Como decía Jodorowsky, si Chile no produjera poetas y conversadores, ni el vino ni el cobre servirían de algo. Solo una botella y seis personas generaron tres horas de conversación, eso es un momento, eso es un momento de vino con vino, sin borracheras y glotonería de consumir a destajo, todo para llegar al ejercicio mas básico perdido, comunicarnos y relacionarnos. Los invito a ver la segunda parte de el evento realizado por Fernanda Valenzuela en Argentina y Chile, ella misma redacta la experiencia y nos comenta de que trata la génesis de este evento que ya comenzó a captar adeptos en internet y en la vida real.
Génesis de “Instante de Vino con Vino II”

Como podrán imaginarse, una cosa fue dar con el nombre, “Instante de Vino con Vino” (ver capítulo anterior), pero otra muy diferente fue responder a las preguntas básicas, que son parte del proceso de creación de un evento: el dónde, cuándo, qué, cómo y porqué.
Afortunadamente para mí, a lo menos el dónde había sido respondido desde el comienzo, ya que la actividad se realizaría en la sala de usos múltiples, que tenía Tierra de Libros disponible para estos efectos (en San Isidro, Buenos Aires).

En fin. A esa altura este segundo desafío planteado, tampoco se veía fácil…
Casi vivenciando un dejá vú de la primera vez, abandoné esa tarde la reunión. Mi cabeza daba vueltas y obviamente nada de lo que venía a mi mente decía: “Está claro, que esto es lo que debes hacer y no te preocupes, seguro va a resultar”. El torbellino y su incertidumbre duraron días, semanas… Hasta que lentamente, el tiempo obró nuevamente su magia, y fueron decantando algunas ideas.
La primera se relacionó con la pregunta qué. Estábamos muy consientes de la naturaleza diversa de los posibles futuros asistentes y su grado de interés en el tema de vinos. Decidimos entonces, ofrecer contenidos de cultura de vinos muy amplios, cubriendo naturalmente lo técnico, pero fundamentalmente enfocados a abordar los “cruces”, que existen del vino con las artes, la literatura, la música, la ciencia y otras disciplinas afines.
La segunda idea, que apuntó más al cómo, nos llevó a pensar que con el día y horario que habíamos asignado a la actividad, no podríamos ofrecer algo aburrido ni convencional. Muy por el contrario, lo que fuese tenía que ser completamente innovador, de una duración acotada, con una dinámica muy lúdica y por supuesto ágil y sorprendente.
Finalmente, y aquí me refiero al porqué, la actividad tenía inequívocamente que dejar complacido a quien hiciese el esfuerzo por asistir. Luego, debía entregarle mucho más de lo que esperaba recibir y, por lo mismo, hacer que valorase la actividad de forma completamente positiva, tanto como para anotarse a una próxima (eventual) edición.
Con estas ideas en borrador bajo el brazo, me encaminé por tercera vez a Tierra de Libros, para participarle a Silvina de mis avances. Convencida que atisbábamos un prototipo de nuestro “Instante de Vino con Vino”, me adentré a paso firme en la librería. Ahí, tras el mostrador estaba Beatriz, quien trabajaba con Silvina codo a codo en la operación de la tienda. Ella al verme, dijo sin más: “Hola Fernanda, ¿qué tal andás? Tanto tiempo sin verte…”. Yo, en muy pocas palabras le indiqué en lo que había estado en el último tiempo, y ella sentenció: “Mirá, era justo lo que pensábamos con Silvina, que estabas viviendo un silencio creativo”.
(Continuará…)
Agradecimientos y menciones.
Tierra de Libros: http://tierradelibrosacassuso.blogspot.com/
Encuentro de NOVIEMBRE en Bellavista: http://www.facebook.com/#!/ event.php?eid=289421891069116